BCE cambia tono de su discurso y sacude al mercado sugiriendo fin de estímulos antes de lo esperado

El crecimiento estable de la zona euro parece estar convenciendo hasta a los consejeros más cautelosos del Banco Central Europeo de que la crisis financiera quedó definitivamente atras.

Según las minutas de la última reunión del regulador, en diciembre, publicadas hoy, la autoridad monetaria está empezando a preparar al mercado para el retiro de los estímulos cuantitativos introducidos para ayudar a la recuperación de la eurozona.

En el documento, los integrantes del BCE cambiaron la palabra "recuperación", por "expansión", una medificación pequeña pero que hizo al euro subir casi 1% respecto al dólar. "Mirando al futuro, fue ampliamente compartida la opinión de que la comunicación del consejo gobernador necesitará evolucionar gradualmente", dicen las minutas, agregando que "el lenguaje sobre varias dimensiones de postura sobre política monetaria y las indicaciones futuras podrían ser revisados a inicios de 2018".

Así, otra modiciación en el documento fue abandonar la promesa de comprar bonos hasta que la inflación alcanza el objetivo de 2%, mientras que el crecimiento económico y la reducción del déficit proporcionan "creciente confianza" de que esta aumente en el mediano plazo.

Desde el inicio del programa de estímulos en 2015, el banco gasto 2.300 millones de euros en compras de bonos. El programa ya fue reducido el año pasado desde 80 mil millones a 60 mil millones de euros mensuales, y desde este año empezó a regir una cifra todavía menor, de 30 mil millones de euros, mientras que las compras fueron prolongadas hasta septiembre. Y aunque los analistas siguen apostando a que el programa se mantendrá hasta esa fecha, las expectativas que sea prolongado más allá están disminuyendo.

En la última reunión, el BCE mejoró significativamente sus proyecciones de crecimiento para la eurozona, a 2,4% en 2017 y 2,3% en 2018, cinco décimas más que en su pronóstico anterior.